Friday, January 05, 2007

Discusión Pro.

Nutrida han estado en los últimos días las siempre bien editadas cartas al director de El Mercurio. La conspicua A2 ha sido testigo una vez más de una suerte de revival de la ya nada nueva trifulca entre los pro-choice y los pro-life (apriete ahí donde está en azul doña Pilar Jarpa). El Desorden tiene a bien ofrecerles otra versión de esta misma discusión, tomada de la sexta temporada de Seinfeld.

Intro: En este capítulo (The Couch, 1994), Elaine va con Jerry a comer al restaurante de Poppie. Ella, pro-choice acérrima, se negará a comer si es que Poppie es del bando contrario. El pasaje ejemplifica la disposición a dialogar de Poppie, característica de los pro-life:

"Jerry and Elaine at Poppie's Restaurant.
[…]
JERRY: Poppie, I was just curious...where do you stand on the abortion issue?
POPPIE: When my mother was abducted by the Communists, she was with child...
JERRY: Oh, boy.
POPPIE: ...but the Communists, they put an end to that! So, on this issue there is no debate! And no intelligent person can think differently.
ELAINE (offended): Well...Poppie. I think differently.
POPPIE: And what gives you the right to do that?
ELAINE (standing up): The Supreme Court gives me the right to do that!

Recap: Kramer con Poppie deciden abrir un restaurante en donde la gracia es que cada uno se pueda preparar su propia pizza. El diálogo ilustra las posiciones respecto a cuándo comienza la vida humana.

New scene - Kramer and Poppie in the kitchen of the restaurant, making the first 'test pizza.'

KRAMER (in a chef's hat and apron): See, anybody can do this.
POPPIE: Use your wrist! It's all in the wrist. Not too high!
KRAMER (puts the dough on the counter): Alright, put a little sauce on here... Some cheese...
POPPIE: Not too much!
KRAMER: And...cucumbers!
POPPIE: Wait a second...what is that?
KRAMER: It's cucumbers.
POPPIE: No, no. You can't put cucumbers on a pizza.
KRAMER: Well, why not? I like cucumbers.
POPPIE: That's not a pizza. It'll taste terrible.
KRAMER: But that's the idea, you make your own pie.
POPPIE: Yes, but we cannot give the people the right to choose any topping they want! Now on this issue there can be no debate!
KRAMER: What gives you the right to tell me how I would make my pie?
POPPIE: Because it's a pizza!
KRAMER: It's not a pizza until it comes out of the oven!
POPPIE: It's a pizza the moment you put your fists in the dough!
KRAMER: No, it isn't!
POPPIE: Yes, it is!

Wednesday, November 29, 2006

Censúrese usted mismo: adelántese

Que el chileno es chaquetero, lo saben muy bien todos los panelistas de la historia de los matinales chilenos, desde Margot Kahl, hasta Pancho Toro.. Conviene por lo tanto, actuar de modo consistente con el solsito ese que con un solo dedo no podemos pretender tapar. El desorden, como dardos, como tallas, como las manos, les tira un consejo práctico.
Para ordenar el conjunto de voces que confluyen en la cabeza del moderno cibernauta, unas que quieren lo poco, otras que claman por lo más, unas que ansían ser escuchadas, otras que viven esperando su afonía, el desorden recomienda hacerse una línea editorial personal. Como la de los medios de prensa. Como la del desorden.
Igual que la mano estatal invisible que guía por las noches las cuerdas vocales de Consuelo Saavedra, usted debería tener una mordaza, definir de antemano qué aspectos de sus certezas e incertezas ventilar al olfato de los demás. Para esto, hace bien si considera, mientras dibuja la línea divisoria entre lo inapropiado y lo apropiado, el grado de cercanía y el vestuario de sus interlocutores, las horas del día, la ingesta alcohólica, la conmemoración que se esté llevando a cabo, y otros criterios afines.
No vaya a ser que despierte confundido, levemente arrepentido, tragando saliva y escribiendo consejos para los demás.

Tuesday, August 15, 2006

Any given proyecto: el metartista que el desorden lleva adentro. O sea no.

La película habla de dos parejas que deciden ir a recorrer el sur en pleno año universitario. En verdad no son dos parejas, formalmente hablando. Las relaciones entre ellos, como todas, son complejas y es fútil tratar de definirlas. La cosa es que se dirigen sin rumbo definido con dirección sur. En verdad todos los viajes son aventuras impredecibles y no tiene sentido establecer un destino predefinido. O sea, todos los viajes son también viajes interiores. Los personajes van entonces en este periplo espiritual y físico hacia el sur, punto cardinal que representa en el fondo la tierra, los pies, lo intuitivo, aquello que no puede racionalizado. Además que el sur de Chile es maravilloso y sentíamos que vale la pena retratarlo. Mucha gente pasa su vida sin conocer todas las maravillas que Chile tiene que ofrecer y eso es súper triste. O sea, para qué llenarse la boca con las grandiosidades de otros países si ni siquiera conoces el tuyo. Bueno, la cosa es que van hacia el sur pero sin destino, hacia el sur pero a la deriva. En el camino se van generando –imagínense, es imposible que no- un montón de conflictos entre los personajes donde se van revelando los aspectos más importantes de su personalidad, muchos de los cuales son detonados por sus diferencias en torno a un corto que se proponen realizar a la vuelta del viaje. Se van abriendo todos los asuntos pendientes que arrastraban los protagonistas, todos los problemas inconfesados que nunca hay tiempo de explicitar en el transcurso de la cotidianeidad. Onda, la ciudad y la rutina como que no van dejando tiempo para explorar e indagar verdaderamente en las relaciones humanas y como que todo se pasa por alto. Es como que –esta idea la saqué de un libro que me pasó un profesor, de un escritor uruguayo- las personas actúan mecanizadas, como verdaderas máquinas o reproducciones tridimensionales de lo que fueron en algún momento. Por eso el viaje al sur va destapando todo lo que los protagonistas tenían como bloqueado. La trama es como eso. En el fondo, representa el proceso creativo que vivimos con mis amigos al hacer la película. O sea, como que partimos con una idea bien clara, diáfana, de lo que iba a ser la película y como que terminamos abriéndonos a los que nos iba pasando, abriéndonos en el fondo al paisaje rico en matices del sur de Chile. Vivimos un montón de momentos catárticos, onda con crisis súper potentes, que de alguna manera van quedando registradas en la cinta. Nuestra relación se hizo mucho más compleja, como la de los personajes. En el fondo creemos que el espectador se va a sentir identificado con la película, porque de alguna manera estas experiencias son comunes a todos. Se van a sentir súper identificados con los personajes, que ven, a su vez, la película llena de matices y contradicciones que es la naturaleza austral. O sea, lo mismo que el espectador, que se enfrenta en este film, como a la realidad misma, impredecible, a veces angustiosa, pero súper querible a fin de cuentas.

Monday, August 07, 2006

Café con leche

Por favor, vean este video. Queremos que presten atención, para hacerse a Ustedes mismos, en la chaqueta que el internacionalísimo Don Francisco, también conocido como Mario Kreutzberger, lleva puesta durante los primeros cinco segundos del video. ¿Se da cuenta?

Saturday, May 27, 2006

la pubertad garantista del Desorden

Al Desorden le repugna la discriminación en razón de género, y ahora, cuando, obligado por la pubertad virtual, tiene que definirse sexualmente, descarta de inmediato las dos alternativas más frecuentes. El Desorden no será, desde luego, ni hetero ni homosexual. Promovemos una como la más importante de las garantías concebibles: la igualdad ante el desorden. Porque el desorden odia discriminar. Y que lo discriminen.

El Consuelo del Desorden

El desorden comprende tus aprensiones pero no las justifica. Estás atormentado porque temes que te vean a ti como te imaginas que deben ver a tu polola, cuestión que estimas legítima además, en virtud de esa sabia máxima que llama a inferir la identidad de alguien a partir de la de quien lo acompaña: dime con quién andas y te diré quién eres. Nos tiramos de piquero en esa piscina que es la falacia naturalista y aliviamos tu espíritu sin cuestionar al antiguo refrán. Los siguientes emblemas terminaron sus días con la peor que encontraron:
Borges: María Kodama. Pequeña japonesita ambiciosa que supo darle un sorpresivo y triste giro narrativo a la vida de Jorge Luis, torciéndola hacia la muerte solitaria y neutral.
Kobain: Courtney Love, maraca donde las hayan, ramplonamente estrambótica, supo desatar hábilmente el potencial suicida del otrora mejor alumno de su curso.
Lennon: Mejor no nombrarla. Encarnación femenina del infortunio. Se la acepta como a las enfermedades mortales.
Los rockstars ya no andan por su cuenta. Su genio los ha llevado a entender que más vale mal acompañado que solo y que bien acompañado. Adaptamos el dicho al caso que nos concita: dime si andas con la peor y te diré si eres el mejor. Así que tranquilo. La próxima vez que te sorprendas odiando a tu acompañante, relájate, inhala y deja que entre fresco ese genuino airecillo de superioridad.
Es una (des)orden.

Saturday, May 20, 2006

Tendencias: Neo-machismo-especial

posteado en hágase usted mismo
Es un hecho. El personaje de macho recio ya no se usa. El moderno afán democrático ha trascendido los terrenos geográfico-políticos y se adentra en el campo biológico. Hoy se nos exige derrocar la dictadura del cromosoma "Y" para crear un gobierno conjunto entre él y "X". Qué significa abrirle las puertas al cromosoma "X" es toda una incógnita –no por nada la "x" representa paradigmáticamente a lo desconocido-. Muchos traducen la irrupción de aquel cromosoma como el desarrollo del lado femenino. Los misóginos, sin embargo, se rehusan a modificar sus principios. Califican la política como altamente peligrosa. Basta con ver, argumentan, día a día lo que un imperio del cromosoma "X" va significando. Proponen una alternativa: no más desarrollo de la feminidad; si hemos de desarrollar algún lado que no sea el masculino, entonces que sea el lado gay.

Monday, May 15, 2006

El Desorden insta a sus lectores a abandonar la pregunta de si algo está bien o mal. Desde hoy en más, la pregunta que usted habrá de hacer frente a alguna acción (u omisión) de su interpelado será: malo o como el pico? Cansados de optimismos infundados y creyendo que las cosas siempre pueden ser buenas o malas, el Desorden propone un giro en sus vidas y les recomienda apostar, mejor, por el escepticismo. Así, cuando alguien venga llegando de una fiesta, de una cita o de alguna reunión, no ponga a su interlocutor entre la espada y la pared, esperando que le diga que "bien" o "mal" y tenga que dar explicaciones. Asuma, mejor, que las cosas en algún estado natural pueden ser malas o pésimas, prescindiendo de las subsecuentes explicaciones, tan engorrosas e indeseadas, que con el consejo que le damos hoy puede obviar. ¿Mala o como el pico?